Por Luis Gavilán Rojas
El presente texto se comenzó a escribir en marzo de 2019, con motivo de cumplir 100 años la Biblioteca Municipal de Chillán, de la cual mi padre, Audito Gavilán Tapia fue su director. Sin embargo, este texto lo he terminado recién este 30 de mayo del 2020, al cumplirse 3 años de su fallecimiento.
“Cuando don Audito habla, el aire se detiene”. Palabras de
una colaboradora de la Biblioteca Municipal de Chillán.
Parece difícil referirse a la Biblioteca Municipal de Chillán
con un aire de misticismo, antes de que AUDITO GAVILÁN TAPIA ingresara por esa
amplia puerta de cristal.
Sí, son cien años de servicio a la comunidad, pero pareciera
que las vivencias, experiencias e ímpetu cultural, que don Audito traía desde
el sur lluvioso de Cautín, se instalaron junto a él en esta noble institución
cultural chillaneja.
PRIMERA ESTACIÓN
Nacido en Puerto Domínguez, comuna de Saavedra, el 29 de
junio de 1937.
Su inesperada partida fue el 31 de mayo de 2017, 5 meses
después del fallecimiento de su esposa, la profesora de Historia Thala Rojas
Cortés. A un día del 1° de junio, fecha en que arribamos a esta hermosa tierra
que nos cobijó como grupo familiar.
Los padres de Audito Gavilán Tapia fueron Manuel Gavilán
Calbún, hombre de formación autodidacta y preparado en las filas de Carabineros
de Chile, sirviendo en la Comisaría de Nueva Imperial. Su madre fue Elena Tapia
Velásquez, mujer de formación cristiana y que junto al padre aportaron a Audito
los valores y perspectiva de vida familiar y social a través de las enseñanzas bíblicas para niños y jóvenes
en la congregación bautista de dicha ciudad.
Sus inicios en el ámbito cultural y social se dieron en el
Liceo de Nueva Imperial, donde junto a un grupo de otros jóvenes idealistas
como él laboraban con constancia, ímpetu
y perseverancia en pro de un mañana mejor para los estudiantes y comunidad
imperialina, tal vez el propósito visible para concebir una sociedad justa,
fraterna e igualitaria, donde ser realistas y pedir lo imposible era el lema en
la mente de las briosas juventudes de ese entonces.
Fue en el liceo imperialino donde con creatividad e ingenio
colectivo, dieron a luz una divertida revista en formato de tiras cómicas hecha
a mano: “El Foroncolo” de la cual en casa conocimos un solo ejemplar y
que al parecer no hubo otro más que ese, por la dificultad de su elaboración:
no existían las fotocopiadoras ni un medio similar para multicopiar un texto de
dichas características. De manera que ese único ejemplar circuló de mano en
mano en aquel círculo de alegres y entusiastas funcionarios de la educación
pública.
Sin haber obtenido aún una formación profesional, Audito
contaba con las herramientas culturales y técnico pedagógicas para impartir
clases, de manera que como joven instructor impartió nociones de Inglés y Artes
Plásticas, teniendo entre sus alumnos a un joven mapuche proveniente de Puerto
Saavedra, Lorenzo Ayllapán Cayuleo, hoy un consagrado artista y poeta conocido
como Uñumche, el Hombre Pájaro.
Audito también se desempeñó laboralmente en el Vicariato
Apostólico de la Araucanía, en Padre Las Casas, donde, según el mismo contaba,
en una oportunidad se recibió la importante visita del Vicario a quien se le
fueron presentando uno a uno los funcionarios que ahí se desempeñaban. Todos, a
no dudarlo daban un beso en la mano del sacerdote. Cuando fue el turno de
Audito, éste estrechó la diestra del Vicario y le dijo: “Mucho gusto, señor”. Al
día siguiente se le notificó de su despido.
Ya habiendo contraído matrimonio con la profesora Thala Rojas,
Audito inició estudios superiores en la sede de la Universidad de Chile en
Temuco, titulándose de manera destacada como Bibliotecólogo.
La figura y vocación social de Audito Gavilán, lo hicieron
merecedor, a los 33 años de edad, de manos
del Presidente electo de la República, Salvador Allende Gossens, de asumir el
cargo de Gobernador del Departamento de Nueva Imperial. Dicha labor la cumplió
con responsabilidad y compromiso con un país que quería salir del subdesarrollo
y del atraso social en fuentes de trabajo, salud y educación.
Particularmente,
los habitantes de origen mapuche vivían tiempos históricos y cruciales en la
proyección de sus anhelos y esperanzas acerca de la propiedad de la tierra y de
poner fin a la humillación vivida por generaciones por parte de los
terratenientes usurpadores de su territorio. Un caso documentado de la labor
que le correspondió a Audito Gavilán en el ejercicio de su cargo fue concurrir
y dar cuenta a la Intendencia de Cautín acerca de la toma del Fundo Lobería, el 17 de octubre
de 1971 por parte de campesinos mapuche de la comunidad Pilolcura, pidiendo con
ello la restitución de 300 hectáreas que les había usurpado el conocido
terrateniente Domingo Durán. Así consta en el libro La sangre del copihue
de la autora Florencia A. Mallón, (Stgo. Chile, LOM Ediciones, 2004, págs. 128,
130 y 134).
Años después, cuando ya vivíamos en Chillán Viejo, mi padre
recibió desde la tierra sureña un caset que contenía una extensa grabación
traspasada de una antigua grabadora de esas de grandes rollos. En esa cinta se
puede escuchar a Audito Gavilán como Gobernador del Departamento de Nueva
Imperial hacer el preámbulo a las palabras del Presidente Allende que asistía a
inaugurar un edificio de servicio público en Carahue.
Vino el golpe de Estado, el inevitable, pues las posturas
irreconciliablemente opuestas de proyectos de sociedad no sólo se definían a nivel
nacional sino en el mundo entero, eran los tiempos de la guerra fría.
Y sí, los idealistas ven muchas veces frustrados sus anhelos,
pero éstos siguen su dinámica, adaptándose a los nuevos escenarios y a las
condiciones del momento.
Quiero agradecer profunda y eternamente a la persona de mi
tía Olga Belmar Q.E.P.D. quien con su acción decidida valerosa y corajuda
concurrió a distintos centros militares preguntando por mi padre que había sido
detenido por fuerzas militares en Nueva Imperial y llevado a la cárcel de
Temuco. (Allí sufrió castigo físico injusto e injustificado que nuestro padre
mantendría en su memoria, mas sin guardar odio ni rencor.) Días después, Audito
fue trasladado a dependencias de la Fuerza Aérea. Desde allí, Olga, “su
hermanita querida”, acompañada de su esposo, Juan Escobar, arrebataron de las
garras de la oscura muerte a nuestro padre, Audito Gavilán y lo tuvimos de
regreso en nuestro hogar.
SEGUNDA ESTACIÓN
Dejamos la bella casa de Imperial y nosotros sus hijos fuimos
matriculados provisoriamente en la Escuela Estándar y luego en la Escuela N°94
“Millaray”, en la población del mismo nombre, llegando a vivir a la calle
Circunvalación al número 1181.
En el Liceo Pablo Neruda de Temuco, el bibliotecario Audito
Gavilán reinició labores profesionales en la Biblioteca escolar de este
Establecimiento Educacional, en tanto que a una cuadra de allí, en el Liceo Gabriela Mistral, su esposa, la
profesora Thala Rojas también asumió actividades profesionales allí, por
determinación de las nuevas autoridades del país. Docente santiaguina de
Historia y Geografía, egresada de la Universidad de Chile, compañera de curso
del poeta lautarino Jorge Teillier, inició junto a Audito una nueva etapa
laboral y familiar en la capital de Cautín, pasados los difíciles y penosos días
de incertidumbre tras la toma del poder por parte de los militares.
Un capítulo memorable de esa etapa fue el referido a un grupo
de estudiantes buenos lectores que escapaban de clases, los cuales arribaban a
la biblioteca, no como una medida de castigo como suelen ahora dictaminar en
los colegios de hoy, sino para dar vida a verdaderos cuadernos de y que, al
amparo de los funcionarios de la biblioteca, los publicaban haciendo uso de una
enorme máquina de escribir tipo planillera (que llamaban “la metralleta”).
Uno de esos jóvenes escritores es hoy un reconocido poeta e
intelectual que en el extranjero fraterniza y dialoga con vates y artistas del
universo cultural.
Se trata de José María Memet, seudónimo de Pedro Ortiz
Navarrete, escritor nacido en Argentina y nacionalizado chileno.
Memet dedicó palabras de gratitud a Audito Gavilán en la
sección del Diario Las últimas Noticias llamada “Gracias profe”.
Con ocasión de una conferencia en el Día del Libro en que el
Instituto Santa María de Chillán, invitara al vate, Audito y Thala se
reencontraron con el ex alumno, ahora renombrado escritor, donde brevemente
compartieron anécdotas y lecturas nacidas en la biblioteca del liceo
temuquense.
TERCERA ESTACIÓN
El 1° de junio de 1976 llegamos a Chillán.
Con un televisor Geloso sobre las piernas y una numerosa
prole partimos a Chillán en tanto Temuco
nos dijo adiós con una mezcla de lluvia y vientos.
Tras llegar de noche y bajo un intenso temporal, pernoctamos
en Bulnes. Chillán fue el sol del amanecer. Los cálidos días de Ñuble, el rojo atardecer,
las uvas y las cecinas chillanejas fueron el bálsamo reconfortante en el nuevo
andar por las sendas de Ñuble.
Audito Gavilán arribó a la Biblioteca del Liceo C-14 de la
ciudad de Bulnes, desde donde colaboró significativamente con un nuevo enfoque
de promoción del arte, la cultura y la historia local.
Con su elegante caligrafía, que por cierto, todos admiraban,
fue dando forma a carteles y señaléticas de orientación artístico-cultural
dirigidos al estudiantado de dicho Establecimiento.
Y qué decir de las coreografías folclóricas y cuadros
plásticos de sucesos históricos que gestionó desde la biblioteca liceana de
Bulnes. Un abanico de realizaciones culturales como debe de ser el quehacer de
una biblioteca moderna. Ello incluyó denominar a esa biblioteca escolar con el
nombre del poeta Fernando González-Urízar y que además ese municipio nombrara
Hijo Ilustre al destacado poeta nacido en dicha comuna.
En el artículo publicado en “El Progreso”, con fecha 25 de
julio de 1990, titulado “Fernando González Urízar, poeta de Bulnes.”, escrito
por Audito Gavilán queda claro que la proposición de reconocer al poeta nació
de una conversación directa entre Audito Gavilán con el poeta antes de 1990, es
decir, más de 5 años antes de su concreción. Ver link http://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/bnd/628/w3-article-184912.html
CUARTA ESTACIÓN
Súbitamente, Audito Gavilán pasó a dirigir la Biblioteca
Municipal de Bulnes, ubicada en el segundo piso del Cuerpo de Bomberos, de
manera que toda lectura y concentración mental se veía interrumpida justo al
mediodía con el sonoro toque de la sirena, instalada justo sobre el techo del
salón de lectura. Junto al escalón de ingreso al recinto, se ubicaba una
carnicería, donde semanalmente don Audito adquiría un cuarto de queso de cerdo
o jamón para la colación diaria. De allí surgió una anecdótica frase que cada
cierto tiempo Audito la pronunciaba con simpática entonación. Se trató de que
en una ocasión un parroquiano pasó a comprar productos, solicitando un corte de
corazón de vacuno. Audito, que esperaba ser atendido, contó que el carnicero
inquirió al cliente acerca de la cantidad a comprar con la expresión “¿Cuánto
corazón?”, pero Audito le imprimió una entonación diferente, marcada por una
coma, quedando la frase en “¿Cuánto, corazón?” y con una muy pícara entonación.
Durante el paso por esa biblioteca, Audito contó con
colaboradores que aprendieron de él la labor bibliotecaria y que siguieron sus
pasos cuando finalizó su desempeño profesional en Bulnes.
QUINTA ESTACIÓN
Paralelo a las labores profesionales de Audito en la ciudad
de Bulnes, en su lugar de residencia, donde llegó junto con su familia, Chillán
Viejo, se invitó a los vecinos a conformar una directiva vecinal que pudiera
representar al sector ante el municipio chilanejo. Fue así como Audito pasó a
formar parte de dicha directiva. Ella estaba encabezada por don Manuel
Gutierrez como Presidente. También participaban en ella su esposa, Tegualda y
un vecino de apellido Saavedra.
Fue un período en que se crearon lazos de amistad,
especialmente con don Manuel y su esposa. A su vez dicha directiva comunitaria,
la Junta de Vecinos N° 5 “Chillán Viejo” llevó a cabo importantes actividades,
iniciativas y propuestas ante el municipio que significaron mejores condiciones
de vida para los habitantes del sector, época en que Chillán Viejo era el patio
trasero de Chillán y requería de mucha ayuda social por parte de las
autoridades comunales.
SEXTA ESTACIÓN
Con el retorno de la ansiada democracia, Audito Gavilán es invitado por el Alcalde electo de Chillán
Aldo Bernucci a dirigir la Biblioteca Municipal ubicada en calle Arauco 974.
Algunos de sus valiosos aportes a la cultura del libro en
este lugar, podemos mencionar:
-
Jornadas
“Navegando con la poesía” de declamación y ejecución musical en tiempos de
invierno, alentado por el calor humano de sus participantes y asistentes junto
a la grata temperatura de una copa de vino navegado con naranjas de la época.
-
Ensayos
teatrales en el salón que pasó a llamarse “Enrique Gajardo Velásquez”, en honor
al “Maestro”, que junto a sus discípulos cultivaban el arte escénico como
Teatro Experimental de Chillán.
-
Incorporación
de servicio computacional gratuito a los usuarios.
-
Creación
del servicio de Bibliobús, de préstamo de textos en villas y caseríos de zonas
rurales de Chillán.
-
Creación
de Rincón Infantil de lectura para infantes.
-
Premiación
de Mejor Lector en el Día Internacional del Libro.
-
Un
espacio de formación profesional para la obtención del Título de Profesor en
Educación Básica por parte de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
-
Numerosas
conferencias con escritores, artistas, intelectuales como Pedro Lastra, Gonzalo
Rojas, Edgar Perramón, etc..
Antes de ser elegido Concejal por
tres períodos, Audito Gavilán fue nombrado como delegado ante el municipio
chillanejo, previo a la creación de la nueva comuna.
-
Con
motivo de celebrarse en todo el país los 100 años del natalicio de Pablo
Neruda, la Biblioteca chillaneja recibió la exposición “Las Piedras de la
Orilla”, a la cual asistieron numerosos representantes de la cultura nacional y
local. Horas después, una jornada de canto y declamación poética tuvo lugar en
la segunda sala del Teatro Municipal, (aún sin remodelar), con Gonzalo Rojas,
Sergio Hernández, Osvaldo Alveal, entre otros.
-
Audito Gavilán se incorporó al viaje del Tren
de la Poesía que partió en Parral, se detuvo en Chillán y continuó con su
itinerario hasta Temuco.
-
Audito
Gavilán se inscribió para lecturas poéticas durante el trayecto, siendo el
texto escogido los siguientes versos de “Educación del Cacique” de Pablo
Neruda:
“La sangre cruza un corredor de
cuarzo,
La piedra crece donde cae la gota.”
Estos versos y el poema en su
totalidad pienso que son un reflejo de la formación, coraje y trayectoria de
vida que Audito Gavilán Tapia desarrolló a lo largo de su existencia.
SÉPTIMA ESTACIÓN
En Chillán Viejo, avanzando los
espacios de participación ciudadana y democrática, Audito Gavilán encabezó la
realización de un programa radial denominado “Radio Bernardo O’Higgins”, con el
fin de promover la creación de la comuna de Chillán Viejo. La lucha fue
prolongada, hasta que llegó el día en que Chillán Viejo volvió a ser comuna. En
la ceremonia oficial, realizada en el Parque Monumental, Audito y otros gestores
del proyecto comunal recibieron una medalla con el grado de Caballero. También
estuvo allí el ex Presidente Patricio Aylwin Azócar, quien también influyó para
este logro comunal, recibiendo también dicha medalla.
Ya elegido como Concejal de la nueva
comuna, Audito Gavilán realizó un servicio eficaz en pro del bienestar de los
vecinos, ganándose el aprecio y gratitud transversal de la comunidad.
Audito fomentó en el municipio
chillanvejano la valoración de la cultura mapuche, presentando la bandera Wenu foye
en sesión del Concejo, como también apoyando actividades locales en pro de la
difusión de esta cultura ancestral.
El Partido Socialista Comunal Chillán
Viejo tuvo como sede el domicilio de la familia Gavilán Rojas, siendo Audito su
presidente por un importante período. Un hermoso homenaje recibió de la tienda
política de toda una vida cuando finalizó sus labores como Concejal. Ello a muy pocos días de su imprevisto
fallecimiento.
Audito promovió activamente la
creación de la Región de Ñuble, ya como Concejal, como director de la
Biblioteca Municipal de Chillán. Juntos como familia estuvimos en la ceremonia
en Casa del Deporte donde la Presidenta Michelle Bachelet firmó el documento
que daba la partida al proyecto de nueva Región de Ñuble.
OCTAVA ESTACIÓN
Audito Gavilán se incorporó a la
Corporación Histórica y Cultural “Bernardo O’Higgins” de Chillán Viejo, donde
hizo valiosos aportes en ideas, propuestas, gestiones ante el municipio y
promoción de inscripción de nuevos miembros. Una actividad corporativa
destacada fue una producción de radioteatro histórico, relatando sucesos de los
primeros años de existencia de la comuna de Chillán, en esos tiempos,
territorio habitado por comunidades mapuche.
También fue destacable la gestión de
Audito para la realización de un viaje de carácter cultural a Puerto Saavedra,
IX Región, donde la delegación corporativa se enriqueció con los saberes del a
cultura ancestral y milenaria mapuche. A su paso por nueva Imperial se
reencontró con viejos amigos y las antiguas calles de su juventud.
NOVENA ESTACIÓN
Cuando nuestra madre, Thala Rojas
Cortés enfermó y pasó por un penoso tratamiento médico, la familia vivió un
tiempo de mucho dolor, concluyendo con la partida de nuestra madre al cielo, el 7 de enero de 2017. Su libro de relatos de mujeres, Destinos, quedó como testimonio de su capacidad, creatividad
y agudeza para plantear temas profundamente femeninos.
DÉCIMA ESTACIÓN
Agradecemos a la Biblioteca Municipal
de Chillán, haber establecido para la celebración del Día Internacional del
Libro los premios con los nombres de nuestros padres Audito y Thala en
reconocimiento de los mejores lectores juveniles y adultos.
Asimismo agradecemos la decisión de
la Dirección del Liceo Tomás Lago y con el apoyo del Concejo Municipal de
Chillán Viejo haber denominado con el nombre de Audito Gavilán Tapia a su
Biblioteca Escolar CRA.
Sigan ustedes enumerando aquellas
vivencias, conversaciones, buenos consejos e ingeniosos apodos que asignaba a
colaboradores y amigos en la convivencia diaria con este hombre digno, lúcido,
estricto, cortés, caballeroso y amigable que fue AUDITO GAVILÁN TAPIA,
Bibliotecólogo, gestor cultural, Concejal y padre de familia.
LGR
Audito Gavilán Tapia, Bibliotecólogo y Ex Concejal de la Comuna de Chillán Viejo, Ñuble. (1937 - 2017)
1 comentario:
Extraordinaria semblanza de un hombre multifacética como lo fue ml amigo y hermano espiritual, Audito Gavilán Tapia. Tuve la oportunidad de conocer primero a su hijo Luis, autor de esta narración biográfica, mientras estudiaba en la Universidad y, al igual que su progenitor, se desvivía por su prójimo en la persona de sus compañeros universitarios. Fue mi amigo Audito quien me invitó a incorporarme a la Corporación Histórica y cultural Bernardo O'Higgins de Chillán Viejo, integrada por una Pléyade de hombres y mujeres de invaluable carácter y tolerancia que hacen dicha institución un espacio tan acogedor, que resulta imposible ignorar. Reitero mi gratitud a Audito por integrarme a un grupo de gente tan buena.
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