A raíz del trágico incendio que enluta a familias modestas de la Comuna de Chillán Viejo, se ha iniciado una campaña de ayuda por parte de Radio Comunidad 105.9 fM.
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Diario La Discusión de Chillán www.diarioladiscusion.cl
24 de septiembre, 2005
Voraz incendio arrasó con tres mediaguas. Niño murió mientras dormía en su habitación.
Sábado 24 de septiembre de 2005. “Andaba comprando temprano en la mañana, cuando llegué de vuelta a la casa vi todo en llamas, todos corrían desesperados, porque dentro estaba un niño, por más que lo intentaron sacar al final no pudieron”. El estremecedor relato pertenece a Verónica Pérez, residente de una precaria vivienda ubicada en calle 20 de Agosto, en Chillán Viejo, prácticamente en el límite urbano, en medio de un terreno agreste. La casa habitación de material ligero que colindaba con otras tres de iguales características, resultaron arrasadas por la acción del fuego, que surgió alrededor de las 9.30 horas y que movilizó de inmediato a vecinos y a bomberos. En cuestión de minutos, las viviendas se consumieron en su totalidad. Los residentes, una familia conformada por tres jefas de hogar y sus hijos, debieron salir presurosos del lugar. Uno de los niños, Carlos Riquelme Muñoz, de siete años, no pudo salir de su habitación, pereciendo en el mismo lugar. En medio de la labor de búsqueda, el deceso del menor, estudiante en la escuela Paula Jaraquemada, dio paso a la histeria, debido a los vanos intentos por rescatarlo. Los minutos dieron paso a la amargura y desesperación. “No pude salvarlo, no pude, siento que me falta algo, porqué tuvo que pasar”, gritaba desesperada la madre del menor, Valentina Muñoz Castillo (32), quien vivía además con otros tres hijos, de 15, 4 y 2 años. En la casa de al lado, habitaba Pilar Muñoz Castillo (23) con un hijo de nueve meses, mientras que en la vivienda siguiente, vivían María Muñoz Castillo (38), con tres hijos, de 18, 15 y 6 años.
MURIÓ EN SU HABITACIÓN. Para investigar las circunstancias del incendio concurrieron, además de bomberos, el fiscal Gonzalo Alvarez, mientras que los peritajes estuvieron a cargo de efectivos de la Brigada de Homicidios de Chillán. La inspección determinó que el cadáver se encontraba sobre la cama, por lo que se presume que al momento del incendio, el menor se encontraba durmiendo pereciendo por asfixia al inhalar el humo. Respecto a las causas, las hipótesis que se manejaban era un probable cortocircuito o la inflamación de un brasero.
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